Eso
Que sueño, tan solo eso..
El escalofrió que recorre en uno,el recordar algo tan desagradable.
Recuerdo bien las palabras que le dije a Zyanya mientras ella me veía con esos ojos grandes negros que la caracterizaban.
Hola, como te fue
- Bien, bueno mas o menos
- que paso dime..
- tuve un sueño muy raro, escalofriante algo que jamás he sentido en todo mi larga vida
- cuéntame para saber de que se trata o de que me estas hablando y poder entenderte, en lo que llegamos a casa
- esta bien te lo diré
Todo comenzó mientras estábamos en el valle en la zona donde solo sabemos que podemos estar, después de un día agitado de trabajo, tu recargada sobre mi hombro, sintiendo la brisa sobre neutros rostros y el respirar de cada uno sin cruzar una sola palabra. Cuando de repente escuchamos unos alaridos, ambos pensamos al mismo tiempo que algo sucedía pero no sabíamos con exactitud que era.
Vimos a los demás que se apresuraban en su trayecto en su recorrido, con gestos de incertidumbre, vociferando cosas inimaginables.
Te tome y te dije no me sueltes, respondiéndome que jamás lo harías y estarías junto a mi, como hasta ahora…
Nos apresuramos como todos lo demás para saber que sucedía, en el camino escuchamos susurros, muchas versiones que Sinuhe desapareció que nadie lo encontraba que estaba muerto, que los tenían los del otro extremo pero nada era concreto, solo susurros.
Hasta que llegamos a su recito preguntando si podíamos pasar ya que somos muy amigos de Sinuhe, su madre nos contesto alarmada que no encontraba a su hijo y ya tenia 3 días de no tener comunicación con el. Voltee y pude ver como nuestros gestos fueron de preocupación de saber donde estaba.
Y el único lugar era más allá del manantial donde el sol se esconde para que luna salga y nos ilumine con su manto blanco.
-Sinuhe siempre quiso saber que existía mas allá del manantial, pero sabemos que no podemos llegar hasta allá, para el siempre fue una inquietud el saber que havia que existía.
Pasaron las horas y nuestras espera fue larga, sin una sola señal de el.
Al día siguiente nos levantamos como cada mañana para nuestra larga jornada, y nos reunimos como siempre en la tienda de Don Pepe..
Continuara..
El escalofrió que recorre en uno,el recordar algo tan desagradable.
Recuerdo bien las palabras que le dije a Zyanya mientras ella me veía con esos ojos grandes negros que la caracterizaban.
Hola, como te fue
- Bien, bueno mas o menos
- que paso dime..
- tuve un sueño muy raro, escalofriante algo que jamás he sentido en todo mi larga vida
- cuéntame para saber de que se trata o de que me estas hablando y poder entenderte, en lo que llegamos a casa
- esta bien te lo diré
Todo comenzó mientras estábamos en el valle en la zona donde solo sabemos que podemos estar, después de un día agitado de trabajo, tu recargada sobre mi hombro, sintiendo la brisa sobre neutros rostros y el respirar de cada uno sin cruzar una sola palabra. Cuando de repente escuchamos unos alaridos, ambos pensamos al mismo tiempo que algo sucedía pero no sabíamos con exactitud que era.
Vimos a los demás que se apresuraban en su trayecto en su recorrido, con gestos de incertidumbre, vociferando cosas inimaginables.
Te tome y te dije no me sueltes, respondiéndome que jamás lo harías y estarías junto a mi, como hasta ahora…
Nos apresuramos como todos lo demás para saber que sucedía, en el camino escuchamos susurros, muchas versiones que Sinuhe desapareció que nadie lo encontraba que estaba muerto, que los tenían los del otro extremo pero nada era concreto, solo susurros.
Hasta que llegamos a su recito preguntando si podíamos pasar ya que somos muy amigos de Sinuhe, su madre nos contesto alarmada que no encontraba a su hijo y ya tenia 3 días de no tener comunicación con el. Voltee y pude ver como nuestros gestos fueron de preocupación de saber donde estaba.
Y el único lugar era más allá del manantial donde el sol se esconde para que luna salga y nos ilumine con su manto blanco.
-Sinuhe siempre quiso saber que existía mas allá del manantial, pero sabemos que no podemos llegar hasta allá, para el siempre fue una inquietud el saber que havia que existía.
Pasaron las horas y nuestras espera fue larga, sin una sola señal de el.
Al día siguiente nos levantamos como cada mañana para nuestra larga jornada, y nos reunimos como siempre en la tienda de Don Pepe..
Continuara..
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